martes, 29 de abril de 2014

MUERTE SÚBITA EN LOS BEBÉS.
   
Según datos publicados por la Asociación Española de Pediatría en el año 2000, el síndrome afectaba en este país a uno de cada 1.000 lactantes. En otros entornos como el Reino Unido cada año mueren unos 300 bebés de forma repentina e inesperada. El síndrome de muerte súbita del lactante puede afectar a cualquier bebé, pero los más susceptibles son los bebés de entre uno y cuatro meses, los prematuros, los que presentaron un peso bajo al nacer y los que son varones.
Parece que en los bebés afectados por este síndrome, la muerte se produce mientras duermen, sin que sienta ningún dolor y, por regla general, mientras el bebé se encuentra en la cuna por la noche (entre medianoche y las 9.00 de la mañana). Sin embargo, también puede suceder durante cualquier momento en el que estén dormidos, como estando en el carrito o incluso en los brazos del cuidador.

Qué sucede después de una muerte por el síndrome de muerte súbita del lactante

Si el bebé que ha muerto ha nacido en un parto múltiple (gemelos, trillizos o más hijos), habrá que llevar al hermano o los hermanos al hospital para tenerlos en observación.
Cuando un bebé muere, se lleva a cabo una investigación exhaustiva para determinar la causa de la muerte y recopilar información que pueda ayudar a evitar otros casos de síndrome de muerte súbita del lactante en el futuro. Esta investigación es un procedimiento estándar en todos los casos de síndrome de muerte súbita del lactante y no implica ningún tipo de sospecha ni búsqueda de culpables en relación con la muerte del bebé.
En la investigación participan muchas personas distintas, entre ellas, un juez de instrucción (un funcionario que investiga las muertes súbitas e inesperadas), médicos de cabecera, pediatras (médicos especializados en la salud de los niños), trabajadores sociales, policías, enfermeras a domicilio y comadronas.
Una vez obtenidos los resultados completos de la investigación, se llevará a cabo una reunión para debatir el caso, a la que asistirán todas las personas que hayan participado en la investigación. Ésta podría convocarse hasta 12 semanas después de la muerte.
Se informará en todo momento a los padres del bebé sobre el procedimiento y el avance de la investigación. Al finalizar la investigación, por regla general, un médico comentará con ellos los hallazgos encontrados.
Si se determina una causa específica de la muerte, dicha causa se indicará en el certificado de defunción. En caso de no hallarse explicación a la muerte después de la investigación, por regla general, se indicará que la causa ha sido el síndrome de muerte súbita del lactante. En algunos casos se utiliza la expresión “sin determinar”.

CONSEJOS Y RECOMENDACIONES:
• Acostar al bebé a dormir boca arriba preferentemente (posición supina), o en su defecto de costado, nunca boca abajo.
• No fumar durante el embarazo, ni permitir que se fume cerca del bebé. El niño debe estar en una atmósfera libre del humo de los cigarrillos, antes del nacimiento y luego del mismo. Si la madre fuma durante el embarazo y durante el primer año de vida del bebé, el riesgo del síndrome se incrementa en 4.09 veces. Si ambos padres fuman, el riesgo se incrementa en 2.41 veces más.
• Usar en la cuna sábanas bien ajustadas. Quitar las almohadas y cojines gordos o colchas gruesas.
• No dejar juguetes en la cuna.
• No sobrecalentar al bebé, nunca lo tapes hasta el cuello, para evitar que las mantas cubran su cara.
• Amamantarle por lo menos durante los primeros 6 meses de vida.
• Realizar controles periódicos con el pediatra.

viernes, 25 de abril de 2014

¿Qué pasa cuando un bebé duerme?

Fases de sueño por las que pasa un bebé.

Al dormir, todos atravesamos diferentes fases de sueño, pero las fases de sueño de un bebé no son las mismas que las de un adulto. Es muy interesante que los padres conozcan cómo funciona el sueño en los bebés para que comprendan su patrón de sueño, el porqué de los despertares nocturnos y por qué es desacertado el entrenamiento del sueño.

Un adulto pasa por 5 fases de sueño, 4 subfases de sueño No REM (movimiento ocular no rápido) divididas en sueño ligero y sueño profundo, y una fase REM (movimiento ocular rápido), un tipo de sueño muy ligero.
El patrón de sueño de un bebé recién nacido sólo tiene dos de las cinco fases. Ellas son: sueño profundo y fase REM.
Esto se da porque un recién nacido necesita despertarse varias veces en la noche para alimentarse. Si tuviera cinco fases necesitaría mucho más tiempo para dormir, y no podría alimentarse tantas veces como tiene que hacerlo. De ahí que su sueño se mantenga más tiempo en la fase REM, menos profundo y más receptivo a los cambios del entorno. Y seguidamente pasa a la fase de sueño profundo (no REM) del que pueden salir fácilmente despertándose. Y así toda la noche alternan ambas fases.
Es absolutamente natural y normal que un bebé se despierte por la noche, pues lo hace para que “alguien”, por lo general su madre, satisfaga sus necesidades como comer. Al igual que resulta normal que los bebés se despiertan llorando, ya que intentan llamar la atención de la madre para poder obtener dicha necesidad.

De modo que resulta muy importante que se comprenda esto para entender por qué no es sano intentar modificar el patrón de sueño de los niños. También se entiende por qué quienes defienden el colecho (dormir con el bebé) sostienen que es más natural que cualquier otra forma de hacer dormir al bebé. Ya que en cuanto se despierte con hambre tendrá cerca a su madre para alimentarse (hay veces que el bebé mama y ni él ni la madre se enteran) y  además se despierta menos por la noche, pues al tenerla cerca no siente la necesidad de llorar para buscar su calor.

Volviendo a las fases de sueño, es alrededor de los seis meses cuando el bebé adquiere el resto de las fases. Pero ello puede llevar su tiempo, pues el bebé debe aprender a “usarlas”. Primero, comienza con un período de adaptación, en el que el niño va practicando “cómo dormir”. Habrá noches que se despierte muchas veces, otras menos y tal vez alguna, alrededor del medio año, hasta que por fin pueda dormir de un tirón.

Alrededor del año es cuando el niño comienza a tener microdespertares (pequeños lapsos de despertar que son una respuesta innata del ser humano a estar en constante alerta). Si a los microdespertares le sumamos los miedos nocturnos, las pesadillas y demás hitos nocturnos que suceden en la infancia, darán lugar a que alrededor de tres o cuatro años los constantes despertares por la noche son absolutamente normales.


domingo, 20 de abril de 2014

Horas de sueño recomendadas.

Horas de sueño diurno y nocturno, recomendadas.

Edad
Vigila
Sueño
3-6 meses
8 horas
16 horas
12-18 meses
10:30 horas
13:30 horas
2- 3 años
11 horas
13 horas

De uno hasta los tres años: En esta etapa los bebés suelen echar siestas cortas, de una o dos horas, por lo que aumentará su sueño durante la noche, en una media de 10 a 13 horas. Se debe mantener una rutina de actividades antes del sueño: el baño, la cena, el cuento, la música (relajante) y a dormir. Es un ritual que ayudará mucho a que los pequeños entiendan que el acto de dormir es una actividad y una necesidad más. A los dos años, el niño ya podrá elegir el pijama que quiere usar, el peluche o el juguete con el que quiere dormir y el cuento que quiere que le cuente. Eso le hará partícipe de la rutina.

De los tres a los seis años: A los 3 años, los niños suelen dormir una siesta de una hora, y por la noche necesitan de 10 a 12 horas de sueño para sentirse descansados. A partir de los cuatro años, muchos ya dejan de dormir la siesta. Depende del carácter y de las necesidades de cada niño.

Tabla con las horas de sueño diurno y nocturno de 0 a 6 años.

Edad
Sueño nocturno
Sueño diurno
0-2 meses
8 horas
8 horas
3-9 meses
11 horas
7 horas
9-12 meses
10 horas
3 horas
0-1 año
11 horas
2 horas
1-3 años
10 horas
2 horas
3-4 años
8-12 horas
1 horas
4-6 años
8-11 horas
0 horas





Realizado por: 
Beatriz Pérez García
Ariana María Pérez Henríquez
Karen González Navarro

viernes, 11 de abril de 2014

HIGIENE INFANTIL

Es importante tener en cuenta que debemos inculcar a nuestros alumnos las normas de aseo personal para mantener una correcta y saludable higiene corporal, esto implica que desde el hogar se deben manejar y difundir dichas normas para que luego en la escuela sean reforzadas de manera permanente. Aprender sobre esto, además, se puede hacer de manera dinámica y divertida mediante actividades como la que veremos a continuación:

Actividad:

Dirigida a niños desde 3 hasta 6 años de edad.

Leeremos un cuento sobre un personaje que tiene malos hábitos de higiene personal. A medida que avancemos la lectura, los niños descubrirán que debido a esto, el personaje tiene un terrible dolor de dientes. Explicaremos que esto es culpa de las caries, que son unos huequitos que se hacen en los dientes cuando no se lavan bien. De esta forma ellos querrán mantener sanos sus propios dientes y mantenerlos limpios para que esto no les ocurra.

Escogeremos un libro interesante que explique de manera clara y sencilla la higiene personal a niños pequeños. Lo leeremos con voz animada e iremos realizando preguntas conforme vayamos leyendo. Esto ayudará a la comprensión lectora de los pequeños, para que no pierdan el hilo del libro y entiendan todo lo que ocurre en el.
Realizar fichas de este tipo también puede ser una buena actividad:





domingo, 6 de abril de 2014

Requisitos mínimos y espacio de las escuelas infantiles.


Normativa vigente en Canarias en relación con los requisitos mínimos y el espacio de las escuelas infantiles.

ORDEN de 3 de febrero de 2009, por la que se establece la adecuación de los requisitos para la creación o autorización de centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, así como la determinación del régimen transitorio regulados en el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre.
De fecha: 03/02/2009.
La presente Orden tiene por objeto desarrollar el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre, por el que se establecen los contenidos educativos y los requisitos de los centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, en relación a las condiciones para la creación o autorización de determinados centros educativos, así como en lo que respecta a la concreción del régimen transitorio establecido en este Decreto.
La finalidad de la presente Orden consiste en garantizar la adecuada atención de los niños y las niñas de edades correspondientes al primer ciclo de educación infantil con la existencia de determinados condicionantes de carácter objetivo que obligan, justificadamente, a adaptar determinados requisitos y condiciones fijados en el citado Decreto, y regular la conversión de las guarderías autorizadas o en trámite de autorización por parte de la consejería competente en materia de sanidad en escuelas infantiles o centros privados de educación infantil.
<<Artículo 4.- Condiciones excepcionales.
1. Podrán crearse o autorizarse, respectivamente, escuelas infantiles o centros privados de educación infantil en una zona urbana consolidada, ubicados en entornos laborales o directamente en empresas, o en entornos rurales, siempre que cumplan con los requisitos previstos en el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre, o en caso contrario, con las siguientes condiciones:
a) Estarán exceptuados del requisito de tener un número mínimo de tres unidades previsto en el artículo 11.1 del citado Decreto, pero se crearán o autorizarán fijando el número de unidades, los tramos de edad de los niños y las niñas escolarizados, así como el número concreto de puestos escolares. No obstante, se respetarán las ratios establecidas en el citado Decreto, aunque podrá agruparse alumnado de distintas edades, en cuyo caso el número máximo de niños y niñas por unidad será el siguiente:
- Unidades mixtas integradas por niños de 0 y 1 año: 9.
- Unidades mixtas integradas por niños de 1 y 2 años: 14.
- Unidades mixtas integradas por niños de 2 y 3 años: 16.
- Unidades mixtas integradas por niños de todas las edades: 10.
b) Deberán cumplir con los requisitos generales de espacios e instalaciones establecidos en el artículo 11 del Decreto 201/2008, de 30 de septiembre. No obstante, de no poder cumplirse con los citados requisitos del Decreto, deberán cumplir con las siguientes especificaciones:
- Un aula por cada unidad con una superficie de, al menos, dos metros cuadrados por alumno y 25 metros cuadrados como mínimo, teniendo en cuenta que esta superficie mínima deberá ser mayor en el caso de grupos de más de 12 niños. En caso contrario, se autorizarán menos puestos escolares.
- Patio de recreo con dos metros cuadrados por alumno y no inferior a 50 metros cuadrados.
- Cuando el centro tenga dos plantas, las que sean utilizadas por los niños deberán contar con acceso directo al patio, y la planta que no tenga acceso al patio contará con un espacio al aire libre con una superficie mínima de dos metros cuadrados por niño y con un mínimo 30 metros cuadrados.
- Un área de usos múltiples de 20 metros cuadrados por cada tres unidades o fracción superior.
- Excepcionalmente, alguno de los aseos podrá no ser accesible ni visible desde el aula, siempre que se garantice la adecuada atención de todo el alumnado.
- Un espacio diferenciado para tareas administrativas y de coordinación docente con un mínimo 10 metros cuadrados.
c) El número mínimo de profesionales de atención educativa directa, incluyendo al maestro o maestra especialista en educación infantil, podrá coincidir con el número de unidades autorizadas, sólo en aquellos centros que apliquen ratios inferiores a las establecidas, y previa autorización de la Administración educativa. En todo caso, cuando el centro cuente con una sola unidad, habrá dos profesionales, siendo uno de ellos como mínimo maestro o maestra especialista en educación infantil.
2. Sólo en entornos rurales y en circunstancias excepcionales se podrán agrupar, previo informe de la Inspección Educativa, unidades ubicadas en edificios o localidades diferentes, a efectos exclusivamente administrativos y para organizar una Dirección común. Con la misma finalidad se podrán adscribir unidades de educación infantil a escuelas infantiles completas o colegios.>>

martes, 1 de abril de 2014

Dieta para los bebés.

Primeros alimentos para un bebé.

La alimentación de los bebés durante el primer año de vida, influye en el resto de su vida, ya sea por los modales aprendidos en la mesa, o por sus hábitos alimenticios y la importancia que le da a cada comida.

La introducción a nuevos alimentos.
El objetivo que se tiene con la introducción progresiva de los alimentos es darle a los bebés todos y cada uno de los grupos alimentarios que se encuentran en la pirámide nutricional de los adultos. Hay también otros aspectos para que el pequeño se adapte a todos los sabores y le cueste rechazarlos. Si educamos a estos pequeños para que les sea fácil aceptar nuevos alimentos y recetas, en un futuro comerán casi todo.
Pero, se deben seguir unas pautas estrictas, como: tener una postura autoritaria, que no se basa en forzar a nuestros bebés a comer, sino que debemos ser claros y darle ejemplo con las comidas, pues los niños aprenden por imitación durante sus primeros años. Por lo que es importante que al menos en una comida al día estén en familia, para que el bebé, que estará sentado a vuestra altura, pueda ver lo que coméis.

Adaptarse a nuevas texturas.
En cuanto al tipo de comidas, se pueden realizar triturados y purés para que se adapte, o se puede optar también por una técnica llamada “Baby Led Weaning”, en la que se le ofrece al niño trocitos de comida con las manos, sin pasar por esa etapa de comida triturada con cuchara.
Pero, la textura de la comida ha de irse espesando. A medida que el bebé acepte las cremas más claras se irá reduciendo la cantidad de agua, caldo o leche, y así irá acostumbrándose a los sólidos. Lo que se irá dejando para más adelante los alimentos más alergénicos como son el huevo, pescado blanco, frutas rojas, verduras de hoja verde y frutos secos. Y se debe dejar un intervalo de unos días entre los nuevos alimentos que pruebe el bebé, para identificar posibles alergias.

Danone.
Puede ayudar a que el bebé se adapte más fácilmente a las nuevas texturas, debido a los ingredientes que lleva. Además puede mezclarse con frutas, pues le ayudará a aceptar los nuevos sabores y texturas de estas.

¿Cuál es la cantidad equilibrada para los niños?
Las necesidades energéticas varían según la edad y las circunstancias, pues de 6 a 12 meses el bebé  necesita unas 96 kilocalorías por kilo de peso y por día; entre 1 y 2 años son unas 100 Kcal por Kilo de peso y día. Los lípidos y carbohidratos son los que aportan energía, de modo que se empleará la leche, los cereales, la fruta y las hortalizas. También a través de las proteínas (leche, carne, huevo, pescado, queso, cereales…). Y se basará en 3 raciones por semana de pescado azul y blanco (el blanco a partir de los 10 meses), huevos o carne (a partir de los 5 o 6 meses y según el tipo de carne); y para el postre se debe ir alternando las frutas de temporada y lácteos.
Las comidas deben ser diferentes según la hora: en el desayuno debe ser el 25% de su aporte calórico, la comida un 30%, la merienda el 15% y la cena el 30%.

En la variedad está el gusto.
Cuando el bebé empiece a probar los nuevos alimentos a los 6 meses, debemos esforzarnos en que su dieta sea variada, pero sin prescindir del aporte mínimo de lecho de medio litro al día.
Se debe intentar que no se repitan siempre los mismos platos. Y se debería darle a probar los alimentos preparados de diferentes formas: cocidos, fritos, rebozados, a la plancha, etc. Pero siempre predominando los platos más saludables y dejar las frituras para los días especiales, por el alto contenido calórico. Cuantas más combinaciones le des a probar, será más fácil que acepte los platos nuevos, e incluso por la presentación o composición de estos.
Toda esta alimentación debe de complementarse con el deporte para estar sanos.


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¿Lactancia materna o artificial?

La lactancia en los bebés.


La Organización Mundial de la Salud (OMS), aclara que el alimento ideal para un bebé es la leche materna; contiene todos los nutrientes que necesita, además de que favorece una excelente relación emocional o también llamado vínculo afectivo, entre madre e hijo. Sin embargo, para los bebés que no pueden ser amamantados, se crearon las fórmulas lácteas, que aunque no poseen todas las cualidades de la leche materna, cubren sus necesidades nutricionales básicas
Ambos tipos de lactancia vienen con una serie de beneficios y desventajas que aquí te presentamos, para que conozcas sus características y junto con tu pediatra pueden elegir qué tipo de lactancia llevar.
La leche materna cuenta con un gran número de beneficios, los factores inmunes y bioactivos protegen al lactante y le ayudan a un mejor desarrollo físico y emocional que le permitirán gozar de una vida más saludable. Se puede obtener a través del extractor de la leche materna y guardarla para posteriormente dársela al niño. Ésta no pierde las propiedades y mantiene las características de protección y promoción del crecimiento hasta por 48 horas.
Sin embargo, en la lactancia artificial, las fórmulas lácteas son el resultado de más de 100 años de investigaciones por encontrar un reemplazo apropiado de la leche materna. Su beneficio principal consiste en que ayudan a preservar la vida y la salud del bebé cuando por diversas razones éste no puede recibir una lactancia natural.


Durante los primeros 4-6 meses de vida:
La leche materna.
Esta leche tiene unas condiciones capaces de proteger contra infecciones y posteriores procesos alérgicos, respiratorios o de intolerancia, favoreciendo al mismo tiempo la relación emocional madre-hijo. Además, se digiere más rápido que la leche maternizada o la leche de vaca. Es un alimento completo que aporta todos los nutrientes necesarios para que el bebé pueda crecer y desarrollarse adecuadamente. Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva a pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño.

Ventajas de la leche materna:
Protege contra las infecciones. Los anticuerpos que la madre trasmite al bebé a través de la leche materna pueden ayudar a disminuir la incidencia de muchos trastornos, incluyendo: las infecciones de oído, las diarreas, las infecciones respiratorias, la meningitis... las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad.
Nutrición. Los componentes de la leche materna a menudo denominados la "comida ideal" para los bebés, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo del recién nacido. La leche materna también contiene, lógicamente, muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Una madre sana no necesita tomar ningún suplemento vitamínico o nutricional, exceptuando la vitamina D.
Gratuidad. La leche materna no cuesta absolutamente nada de dinero. Y debido a sus propiedades inmunitarias y a los anticuerpos que contiene, los bebés amamantados enferman menos que los alimentados con leche artificial. Esto implica menos visitas a la consulta del pediatra y menor necesidad de comprar medicamentos de venta con o sin receta médica.
Beneficiosa también para la madre. La capacidad de alimentar al bebé sin necesidad de administrarle ningún otro nutriente puede ayudar a una madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar del pequeño. La lactancia también quema calorías y ayuda a que el útero sea encoja tras el parto, de modo que las madres que amamantan a sus hijos recuperan la figura y pierden peso más rápidamente.
Desventajas de la leche materna:
Incomodidad y molestias. Al principio, muchas mujeres no se sienten cómodas cuando dan el pecho a sus bebés. Pero, con información, apoyo y práctica, la mayoría de madres superan esta etapa.
Tiempo invertido y frecuencia de las tomas. Es incuestionable que la lactancia materna exige una considerable cantidad de tiempo y dedicación por parte de la madre. A algunas mujeres les preocupa que la lactancia pueda crearles problemas en el trabajo, o que no les permita ir de compras o viajar debido al horario de las tomas o a la necesidad de extraerse leche durante el día.
Dieta. Las mujeres que dan el pecho deben tener cuidado con lo que comen y beben, puesto que pueden transmitirlo a sus bebés a través de la leche materna.
Trastornos médicos de la madre, medicamentos y cirugía mamaria. Algunas afecciones como la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o aquellas que requieren someterse a quimioterapia o tomar determinados medicamentos, hacen que la lactancia materna no sea segura para el bebé. Por otro lado, las mujeres que se han sometido a cirugía mamaria, como una reducción de senos, pueden tener dificultades para producir leche si la intervención ha dañado los conductos mamarios.
Sin embargo, a veces ocurre que la leche materna no es posible o suficiente, o simplemente el bebé no tolera la leche materna, existen fórmulas infantiles adecuadas para esta etapa de crecimiento y específicas para dichos casos especiales. En todo caso, siempre deben seguirse las recomendaciones del pediatra.


La lactancia artificial
Las fórmulas nutricionales para recién nacidos están hechas a base de leche de vaca o de soya, combinan las vitaminas, proteínas, azúcares y grasas que el bebé necesita. Este tipo de preparados consiguen, además de un mayor parecido con la leche materna, que los nutrientes sean los adecuados para su edad, sin exceso o defecto, un aspecto de gran importancia para evitar enfermedades en la edad adulta que pudiera causar una nutrición inadecuada durante el primer año de vida.


Ventajas de la leche artificial:
Comodidad. Cualquiera de los dos progenitores puede darle el biberón al bebé en cualquier momento.
Flexibilidad. Una madre que alimenta a su bebé con leche artificial tiene la libertad de dejar al pequeño con el padre u otro cuidador sabiendo que lo podrán alimentar durante su ausencia. No necesitará extraerse leche ni organizarse el horario de trabajo u otras obligaciones y actividades en función de las tomas del bebé. Tampoco necesitará buscar un lugar recogido cuando tenga que alimentar al bebé en público.
Tiempo invertido y frecuencia de las tomas. Puesto que la leche artificial se digiere más despacio que la materna, los bebés alimentados con leche artificial generalmente necesitan alimentarse menos frecuentemente que los amamantados.
Dieta. Las mujeres que optan por la lactancia artificial no necesitan preocuparse de que lo que coman o beban pueda afectar a sus bebés.
Desventajas de la leche artificial:
Organización y preparación. Siempre se debe tener suficiente leche artificial a mano y se deben preparar los biberones. Las leches en polvo y las condensadas se deben preparar con agua esterilizada (que se deberá hervir hasta que el bebé tenga por lo menos seis meses).
Carencia de anticuerpos. Ninguno de los importantes anticuerpos que contiene la leche materna se encuentra en la leche artificial, lo que significa que esta no proporciona al bebé la protección añadida contra las infecciones y las enfermedades que proporciona la leche materna.
Coste económico. La leche artificial cuesta dinero. Las variantes en polvo son las más baratas, seguidas de las concentradas, siendo las más caras las que se venden listas para el uso. Y las leches especiales (por ejemplo, de soja o hipoalergénicas) son más caras -a veces mucho más caras- que las básicas.
Imposibilidad de reproducir la complejidad de la leche materna. Las leches artificiales están lejos de reproducir la complejidad de la leche materna, que cambia a la par de las necesidades nutricionales del bebé.
Otros aspectos a tener en cuenta.
La leche materna es muy variable en su composición porque es un tejido vivo. Esto significa que es un fluido lleno de células cuya concentración varía en el tiempo y no sólo a largo plazo, sino también en espacios cortos de tiempo. La leche que un niño mama al empezar una toma es, por ejemplo, diferente a la que toma cuando se está acabando. De igual modo el calostro es muy diferente a la leche tradicional y ésta lo es con respecto a la leche madura.
Por otra parte la leche materna está compuesta por un conjunto de partículas y macromoléculas disueltas, dispersas o suspendidas en agua, que es el elemento que constituye el mayor volumen.
La leche artificial, en cambio, se obtiene mezclando un compuesto en polvo con agua, con lo que se obtiene un líquido completamente homogéneo de nutrientes modificados y nutrientes químicos. Esta homogeneidad es constante en la mezcla, es constante durante la toma y, evidentemente, es constante tanto a diario como a largo plazo, porque la mezcla siempre es la misma, independientemente de cuándo se tome y de quién la tome.


Conclusión.

Aunque los expertos consideran que la leche materna es la mejor opción nutricional para los bebés, aunque la lactancia materna no siempre es posible. En muchos casos, la decisión de dar el pecho o el biberón al bebé se basa en criterios de comodidad y estilo de vida, y en consideraciones médicas específicas. La decisión de amamantar o dar el biberón a su bebé es una decisión muy personal. De todos modos, hay algunas consideraciones como las que hemos indicado arriba que pueden ser de utilidad.