La lactancia en los bebés.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), aclara que el alimento ideal para un bebé es la leche materna; contiene todos los nutrientes que necesita, además de que favorece una excelente relación emocional o también llamado vínculo afectivo, entre madre e hijo. Sin embargo, para los bebés que no pueden ser amamantados, se crearon las fórmulas lácteas, que aunque no poseen todas las cualidades de la leche materna, cubren sus necesidades nutricionales básicas
Ambos tipos de lactancia vienen con una serie de beneficios y desventajas que aquí te presentamos, para que conozcas sus características y junto con tu pediatra pueden elegir qué tipo de lactancia llevar.
La leche materna cuenta con un gran número de beneficios, los factores inmunes y bioactivos protegen al lactante y le ayudan a un mejor desarrollo físico y emocional que le permitirán gozar de una vida más saludable. Se puede obtener a través del extractor de la leche materna y guardarla para posteriormente dársela al niño. Ésta no pierde las propiedades y mantiene las características de protección y promoción del crecimiento hasta por 48 horas.
Sin embargo, en la lactancia artificial, las fórmulas lácteas son el resultado de más de 100 años de investigaciones por encontrar un reemplazo apropiado de la leche materna. Su beneficio principal consiste en que ayudan a preservar la vida y la salud del bebé cuando por diversas razones éste no puede recibir una lactancia natural.
Durante los primeros 4-6 meses de vida:
La leche materna.
Esta leche tiene unas condiciones capaces de proteger contra infecciones y posteriores procesos alérgicos, respiratorios o de intolerancia, favoreciendo al mismo tiempo la relación emocional madre-hijo. Además, se digiere más rápido que la leche maternizada o la leche de vaca. Es un alimento completo que aporta todos los nutrientes necesarios para que el bebé pueda crecer y desarrollarse adecuadamente. Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva a pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño.
Ventajas de la leche materna:
Protege contra las infecciones. Los anticuerpos que la madre trasmite al bebé a través de la leche materna pueden ayudar a disminuir la incidencia de muchos trastornos, incluyendo: las infecciones de oído, las diarreas, las infecciones respiratorias, la meningitis... las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad.
Nutrición. Los componentes de la leche materna a menudo denominados la "comida ideal" para los bebés, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo del recién nacido. La leche materna también contiene, lógicamente, muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Una madre sana no necesita tomar ningún suplemento vitamínico o nutricional, exceptuando la vitamina D.
Gratuidad. La leche materna no cuesta absolutamente nada de dinero. Y debido a sus propiedades inmunitarias y a los anticuerpos que contiene, los bebés amamantados enferman menos que los alimentados con leche artificial. Esto implica menos visitas a la consulta del pediatra y menor necesidad de comprar medicamentos de venta con o sin receta médica.
Beneficiosa también para la madre. La capacidad de alimentar al bebé sin necesidad de administrarle ningún otro nutriente puede ayudar a una madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar del pequeño. La lactancia también quema calorías y ayuda a que el útero sea encoja tras el parto, de modo que las madres que amamantan a sus hijos recuperan la figura y pierden peso más rápidamente.
Desventajas de la leche materna:
Incomodidad y molestias. Al principio, muchas mujeres no se sienten cómodas cuando dan el pecho a sus bebés. Pero, con información, apoyo y práctica, la mayoría de madres superan esta etapa.
Tiempo invertido y frecuencia de las tomas. Es incuestionable que la lactancia materna exige una considerable cantidad de tiempo y dedicación por parte de la madre. A algunas mujeres les preocupa que la lactancia pueda crearles problemas en el trabajo, o que no les permita ir de compras o viajar debido al horario de las tomas o a la necesidad de extraerse leche durante el día.
Dieta. Las mujeres que dan el pecho deben tener cuidado con lo que comen y beben, puesto que pueden transmitirlo a sus bebés a través de la leche materna.
Trastornos médicos de la madre, medicamentos y cirugía mamaria. Algunas afecciones como la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o aquellas que requieren someterse a quimioterapia o tomar determinados medicamentos, hacen que la lactancia materna no sea segura para el bebé. Por otro lado, las mujeres que se han sometido a cirugía mamaria, como una reducción de senos, pueden tener dificultades para producir leche si la intervención ha dañado los conductos mamarios.
Sin embargo, a veces ocurre que la leche materna no es posible o suficiente, o simplemente el bebé no tolera la leche materna, existen fórmulas infantiles adecuadas para esta etapa de crecimiento y específicas para dichos casos especiales. En todo caso, siempre deben seguirse las recomendaciones del pediatra.
La lactancia artificial
Las fórmulas nutricionales para recién nacidos están hechas a base de leche de vaca o de soya, combinan las vitaminas, proteínas, azúcares y grasas que el bebé necesita. Este tipo de preparados consiguen, además de un mayor parecido con la leche materna, que los nutrientes sean los adecuados para su edad, sin exceso o defecto, un aspecto de gran importancia para evitar enfermedades en la edad adulta que pudiera causar una nutrición inadecuada durante el primer año de vida.
Ventajas de la leche artificial:
Comodidad. Cualquiera de los dos progenitores puede darle el biberón al bebé en cualquier momento.
Flexibilidad. Una madre que alimenta a su bebé con leche artificial tiene la libertad de dejar al pequeño con el padre u otro cuidador sabiendo que lo podrán alimentar durante su ausencia. No necesitará extraerse leche ni organizarse el horario de trabajo u otras obligaciones y actividades en función de las tomas del bebé. Tampoco necesitará buscar un lugar recogido cuando tenga que alimentar al bebé en público.
Tiempo invertido y frecuencia de las tomas. Puesto que la leche artificial se digiere más despacio que la materna, los bebés alimentados con leche artificial generalmente necesitan alimentarse menos frecuentemente que los amamantados.
Dieta. Las mujeres que optan por la lactancia artificial no necesitan preocuparse de que lo que coman o beban pueda afectar a sus bebés.
Desventajas de la leche artificial:
Organización y preparación. Siempre se debe tener suficiente leche artificial a mano y se deben preparar los biberones. Las leches en polvo y las condensadas se deben preparar con agua esterilizada (que se deberá hervir hasta que el bebé tenga por lo menos seis meses).
Carencia de anticuerpos. Ninguno de los importantes anticuerpos que contiene la leche materna se encuentra en la leche artificial, lo que significa que esta no proporciona al bebé la protección añadida contra las infecciones y las enfermedades que proporciona la leche materna.
Coste económico. La leche artificial cuesta dinero. Las variantes en polvo son las más baratas, seguidas de las concentradas, siendo las más caras las que se venden listas para el uso. Y las leches especiales (por ejemplo, de soja o hipoalergénicas) son más caras -a veces mucho más caras- que las básicas.
Imposibilidad de reproducir la complejidad de la leche materna. Las leches artificiales están lejos de reproducir la complejidad de la leche materna, que cambia a la par de las necesidades nutricionales del bebé.
Otros aspectos a tener en cuenta.
La leche materna es muy variable en su composición porque es un tejido vivo. Esto significa que es un fluido lleno de células cuya concentración varía en el tiempo y no sólo a largo plazo, sino también en espacios cortos de tiempo. La leche que un niño mama al empezar una toma es, por ejemplo, diferente a la que toma cuando se está acabando. De igual modo el calostro es muy diferente a la leche tradicional y ésta lo es con respecto a la leche madura.
Por otra parte la leche materna está compuesta por un conjunto de partículas y macromoléculas disueltas, dispersas o suspendidas en agua, que es el elemento que constituye el mayor volumen.
La leche artificial, en cambio, se obtiene mezclando un compuesto en polvo con agua, con lo que se obtiene un líquido completamente homogéneo de nutrientes modificados y nutrientes químicos. Esta homogeneidad es constante en la mezcla, es constante durante la toma y, evidentemente, es constante tanto a diario como a largo plazo, porque la mezcla siempre es la misma, independientemente de cuándo se tome y de quién la tome.
Conclusión.
Aunque los expertos consideran que la leche materna es la mejor opción nutricional para los bebés, aunque la lactancia materna no siempre es posible. En muchos casos, la decisión de dar el pecho o el biberón al bebé se basa en criterios de comodidad y estilo de vida, y en consideraciones médicas específicas. La decisión de amamantar o dar el biberón a su bebé es una decisión muy personal. De todos modos, hay algunas consideraciones como las que hemos indicado arriba que pueden ser de utilidad.