domingo, 18 de mayo de 2014

Información sobre la Epilepsia

LA EPILEPSIA


¿QUÉ ES?


Para comprender que es la epilepsia exactamente, debemos explicar como funciona en el cerebro.  Éste está formado por células llamadas neuronas, conectadas entre sí y que se comunican mediante pequeños impulsos eléctricos. Cuando se produce una descarga eléctrica fuera de control, el resultado es una crisis epiléptica o ataque. Y ahora explicaremos qué se entiende por ésta. La epilepsia se define como una enfermedad nerviosa marcada por ataques convulsivos. De acuerdo con la Fundación de la Epilepsia, se estima que 2.7 millones de personas, incluidos 326.000 niños en edad escolar menores de 14 años, padecen esta enfermedad. Ya que la mayoría de los niños con esta enfermedad pueden aprender tan bien como otros estudiante, reciben educación en un salón de clases regular. Los maestros y el personal de la escuela necesitan conocer las necesidades especiales de los niños con epilepsia y responder de manera correcta. La escuela y los padres deben tener una buena comunicación todo el tiempo.


¿CUÁNTOS TIPOS DE EPILEPSIA HAY?


Básicamente, hay dos grandes tipos: las que cursan con crisis focales o parciales y las que provocan crisis generalizadas. Dentro de cada grupo, se dividen a su vez en idiopáticas (sin causa conocida) y criptogenéticas o sintomáticas (de origen orgánico sospechado o confirmado).


La mayoría de las epilepsias son idiopáticas, sobre todo en la infancia. La edad de comienzo, la descripción de las crisis, el desarrollo psicomotor del niño y la exploración neurológica, así como los resultados del electroencefalograma y otras pruebas complementarias, son los datos que utiliza el médico para orientar el diagnóstico.


CAUSAS
La epilepsia puede deberse a distintas causas, como por ejemplo:
  • Causas hereditarias, donde son epilepsias genéticamente determinadas.
  • Causas congénitas, de los que pueden ser tumores cerebrales, lesiones intrauterinas, malformaciones vasculares, síndromes neurocutáneos (neurofibromatosis, Sturge-Weber, esclerosis tuberosa). Por otra parte, anomalías cromosómicas (síndrome de Down,síndrome de Angelman), trastornos congénitos del metabolismo (aminoacidurias, leucodistrofias), miopatías congénitas y epilepsias mioclónicas.
  • Causas adquiridas, de las cuales son, traumatismos, lesiones postquirúrgicas, lesiones postinfecciosas (secuela de meningitis bacteriana o encefalitis viral), infarto y hemorragia cerebral, tumores (astrocitomas, meningiomas, oligodendrogliomas), esclerosis del hipocampo (del lóbulo temporal), tóxicos (alcohol y otras drogas), enfermedades degenerativas (demencias y otras), enfermedades metabólicas adquiridas.



PREVENCIÓN
La epilepsia no se puede prevenir. En caso de epilepsia, el tratamiento por medicamento puede prevenir otras crisis.
Cuando una persona con epilepsia tiene una crisis epiléptica aguda, actuando adecuadamente con medidas inmediatas se puede evitar que el paciente se lesione. Para ayudar a un epiléptico durante una crisis, las medidas adecuadas son las siguientes:

    • Intente mantener la calma. Una crisis epiléptica no dura mucho normalmente (independientemente de su tipo: tanto si son ausencias, crisis convulsivas o el clásico ataque espasmódico).
    • Si es posible, mire el reloj y calcule la duración de la crisis. Si el ataque dura más de 5-10 minutos, llame al médico. También es aconsejable la asistencia médica cuando la cara se pone morada, los espasmos solo ceden temporalmente o el estado de confusión dura más de 30 minutos.
    • Mantenga fuera de alcance todos los objetos con los que podría lesionarse el afectado.
    • No intente sujetar al paciente. Podría lesionarse cualquiera de los implicados.
    • Si es posible, afloje la ropa.
    • No intente colocar algo entre los dientes del paciente para evitar que se muerda la lengua o la mejilla. El riesgo de lesionarle o de que el paciente le muerda es demasiado alto.
    • Aparte a los observadores.
    • No intente insuflar aire al afectado, no es necesario.
    • Espere hasta que el afectado recupere la conciencia y pregúntele si necesita ayuda o si quiere que le acompañen a casa.

CUIDADOS
Para cuidar la epilepsia, hemos recogido una serie de consejos que le pueden servir de ayuda si se encuentra en esta situación. Las medidas generales son por ejemplo, evite los factores desencadenantes, procure llevar un calendario de crisis y una lista de los medicamentos con las dosis prescritas,acuda de forma periódica a su médico para controles hemáticos y niveles plasmáticos de medicación, no abandone jamás por su cuenta el tratamiento antiepiléptico, antes de modificar el tratamiento, consulte a su especialista. Por otro lado,  ante cualquier otra enfermedad, comunique al médico el tratamiento que está tomando.Haga deportes, pero nunca bruscos o de riesgo (submarinismo, alpinismo ...).Es mejor hacer deportes colectivos y que no llegue al agotamiento.


ACTIVIDADES
A la hora de tratar con niños epilépticos en clase, debemos tener en cuenta una serie de aspectos que nos pueden servir de ayuda:
La mayoría de los alumnos que padecen epilepsia tienen problemas de aprendizaje y requieren de técnicas diferentes. Como maestras, debemos usar la enseñanza repetitiva, directa. Rutinas previsibles y un lenguaje claro y conciso. Además de tener al niño siempre en observación.


Otro aspecto a tener en cuenta es la conducta del alumno, ya que ésta puede estar influenciada por la enfermedad que el niño padece. Además de las dificultades para aprender debidas a las convulsiones (frecuentes o prolongadas), los efectos secundarios de la medicación pueden causar problemas severos en la conducta. La baja autoestima también puede causar comportamientos negativos. Debido a esto, a menudo los niños con epilepsia tienen dificultades para hacer amigos o simplemente relacionarse y terminan aislandose del grupo. Es por eso que las maestras debemos tomar un rol proactivo, es decir, ayudar al niño a que interactúe con sus compañeros. Sin embargo, debemos tener cuidado de no sobreprotegerlo, solo es cuestión de mantenerlo alejado del peligro. Lo que nos lleva a otro aspecto muy importante: La seguridad. Un niño epiléptico requiere seguridad extra. Es prioritario que esté sentado en un lugar amplio, adaptado, con suficiente espacio en caso de una convulsión. Debemos contar con superficies y esquinas acolchadas para que el niño no se haga daño por las caídas.
En caso de convulsión, debe realizarse un procedimiento de emergencia y todos los compañeros de clase deben recibir explicaciones sobre lo que le ocurre al estudiante. Intentaremos minimizar el estrés y mantener a todos los alumnos en calma.


En conclusión, los estudiantes epilépticos pueden realizar cualquier actividad, siempre y cuando tengamos en cuenta todo lo anteriormente mencionado. Aunque debemos aclarar que no se recomienda realizar actividades de riesgo, o ejercicio físico sin compañía, para evitar un accidente severo en caso de crisis. Además debemos de evitar todas aquellas causas que desencadenan los ataques de epilepsia cómo el abuso de objetos electrónicos o que el niño se sienta nervioso o frustrado.


Ejemplo:
Eligiendo el tema de los animales, podemos hacer diversas actividades en las que puedan participar estos alumnos con el resto de sus compañeros, como:
1. Dibujar animales
2. Hacer caretas de los animales que ellos elijan
3. El juego de imitar a los animales y que el resto de compañeros adivinen de qué animal se trata.

  • Respecto a la hora de hacer vida en la escuela:
Para alcanzar la integración social y contribuir al desarrollo armónico de la personalidad del niño o niña, un factor decisivo es la escolarización regular en las condiciones de mayor normalización posible. La posibilidad de lograrlo depende de la importancia de las alteraciones en el electroencefalograma, de la efectividad de los fármacos y del grado de control de las crisis. Otros factores como enfermedades neurológicas asociadas o desajustes de la personalidad pueden condicionar la escolaridad.
Las dos terceras partes de los niños/as con epilepsia pueden seguir una escolarización normal. De ellos, un 85% no requieren intervenciones específicas (niños con inteligencia normal, con pocas o ninguna crisis, sin deterioro cognitivo, sin trastornos de adaptación o conducta). El resto necesitaría algún refuerzo pedagógico o psicoterapia. Se trata de niños con algún problema añadido pero con inteligencia normal, baja frecuencia de crisis, algún déficit neurocognitivo, trastornos de aprendizaje, y/o ligeras dificultades afectivo-comportamentales.
El otro tercio de los escolares con epilepsia, que padecen crisis no controladas y
asociadas a alteraciones de conducta, discapacidad intelectual, trastornos motores


En conclusión, a la hora de realizar una actividad en clase, el niño con epilepsia se puede integrar de igual modo que el resto de la clase, pero si es conveniente que el profesor esté protegiéndolo. He de aclarar, que no es bueno una sobreprotección, pero si que se sienta seguro e integrado con sus amigos, para que se de cuenta que aunque tenga una enfermedad, no le impedirá participar y jugar como todos los niños de la clase.


OBJETIVOS
Los objetivos son muy generales, ya que los alumnos con epilepsia pueden realizar cualquier actividad, de cualquier tema, de manera que podemos nombrar los siguientes objetivos:
1. Participan con el resto de compañeros en las actividades que se proponen.
2. Relación social con los demás alumnos
3. Mejorar la calidad de vida de los alumnos con epilepsia, como su entorno.
4. Conocen el propio cuerpo y el de otros, y aprender a respetar las diferencias
5. Observan y exploran su entorno y familia.
6. Desarrollar sus capacidades afectivas y motrices
7. Adaptarse a las normas y costumbres que se imponen en el colegio

EVALUACIÓN
Las actividades las evaluaremos como en otros casos, pues pueden realizarlas como el resto de los compañeros:
1. Se comunican con los compañeros
2. Entienden y realizan bien las actividades
3. Muestran autonomía
4. Saben utilizar los materiales

¿POR QUÉ LA HEMOS ELEGIDO?
Hemos escogido este tema porque queríamos indagar más acerca de la enfermedad. Una crisis epiléptica suele ser algo muy complejo y problemático, y como futuras maestras que somos nos parece necesario tener conocimiento de cómo debemos actuar en casos así. Además, como mencionamos al principio, de acuerdo con la Fundación de la Epilepsia, se estima que 2.7 millones de personas, incluidos 326.000 niños en edad escolar menores de 14 años, padecen epilepsia. Estos niños, estudian en salones de clases regulares... por lo tanto, en un futuro, puede que necesitemos desenvolvernos de manera adecuada ante una situación así. Lo que supone no sólo conocer la enfermedad del alumno, sino también saber qué hacer y, sobre todo, qué no hacer.




Preguntas frecuentes
  • ¿Cómo informar a la clase de la epilepsia del compañero?
     No existe una regla general en cuanto a cómo hacerlo. Lo que importa es la edad y los conocimientos de la clase. Aportar información no discriminatoria, facilitar la comprensión, podría ser útil prever una lección sobre la epilepsia y cómo actuar en caso de crisis por ejemplo en clase de biología antes de que ésta suceda. Hacer simulaciones de crisis entre los alumnos intentando tomarlo con sentido del humor, ver vídeos, y a ser posible antes de que surja una crisis en clase.


  • ¿Cómo hablar de la enfermedad en niños con epilepsia?
     El profesor debe abordar la cuestión francamente, sin rodeos, teniendo en cuenta la edad del niño. Es importante comprender cómo el niño vive su crisis, lo que sabe de su epilepsia y cómo se siente. Intente hacerle ver que no es una enfermedad avergonzante, que ese chico es capaz de todo como cualquier otro, evitar los mitos y prejuicios. En función de la edad, el desarrollo y la aceptación de la enfermedad, el profesor hará hincapié en cuestiones prácticas o emocionales.


  • ¿En la clase, se deben tomar medidas especiales con un niño con epilepsia?
Rara vez y en caso afirmativo, las medidas se adoptarán individualmente. Tan solo intentar que se integre, si tiene una crisis explicar qué sucede e intentar transmitir seguridad al resto de los compañeros. Intentar transmitir normalidad, no hacer un drama si un compañero tiene epilepsia pero la tiene controlada.


  • ¿Un niño con epilepsia debe tener vigilancia constantemente?
     No. Esto no hace más que crearle inseguridad y que le vigiles constantemente no evita que ese crío tenga crisis.

Datos para conocerla aún mejor.


martes, 29 de abril de 2014

MUERTE SÚBITA EN LOS BEBÉS.
   
Según datos publicados por la Asociación Española de Pediatría en el año 2000, el síndrome afectaba en este país a uno de cada 1.000 lactantes. En otros entornos como el Reino Unido cada año mueren unos 300 bebés de forma repentina e inesperada. El síndrome de muerte súbita del lactante puede afectar a cualquier bebé, pero los más susceptibles son los bebés de entre uno y cuatro meses, los prematuros, los que presentaron un peso bajo al nacer y los que son varones.
Parece que en los bebés afectados por este síndrome, la muerte se produce mientras duermen, sin que sienta ningún dolor y, por regla general, mientras el bebé se encuentra en la cuna por la noche (entre medianoche y las 9.00 de la mañana). Sin embargo, también puede suceder durante cualquier momento en el que estén dormidos, como estando en el carrito o incluso en los brazos del cuidador.

Qué sucede después de una muerte por el síndrome de muerte súbita del lactante

Si el bebé que ha muerto ha nacido en un parto múltiple (gemelos, trillizos o más hijos), habrá que llevar al hermano o los hermanos al hospital para tenerlos en observación.
Cuando un bebé muere, se lleva a cabo una investigación exhaustiva para determinar la causa de la muerte y recopilar información que pueda ayudar a evitar otros casos de síndrome de muerte súbita del lactante en el futuro. Esta investigación es un procedimiento estándar en todos los casos de síndrome de muerte súbita del lactante y no implica ningún tipo de sospecha ni búsqueda de culpables en relación con la muerte del bebé.
En la investigación participan muchas personas distintas, entre ellas, un juez de instrucción (un funcionario que investiga las muertes súbitas e inesperadas), médicos de cabecera, pediatras (médicos especializados en la salud de los niños), trabajadores sociales, policías, enfermeras a domicilio y comadronas.
Una vez obtenidos los resultados completos de la investigación, se llevará a cabo una reunión para debatir el caso, a la que asistirán todas las personas que hayan participado en la investigación. Ésta podría convocarse hasta 12 semanas después de la muerte.
Se informará en todo momento a los padres del bebé sobre el procedimiento y el avance de la investigación. Al finalizar la investigación, por regla general, un médico comentará con ellos los hallazgos encontrados.
Si se determina una causa específica de la muerte, dicha causa se indicará en el certificado de defunción. En caso de no hallarse explicación a la muerte después de la investigación, por regla general, se indicará que la causa ha sido el síndrome de muerte súbita del lactante. En algunos casos se utiliza la expresión “sin determinar”.

CONSEJOS Y RECOMENDACIONES:
• Acostar al bebé a dormir boca arriba preferentemente (posición supina), o en su defecto de costado, nunca boca abajo.
• No fumar durante el embarazo, ni permitir que se fume cerca del bebé. El niño debe estar en una atmósfera libre del humo de los cigarrillos, antes del nacimiento y luego del mismo. Si la madre fuma durante el embarazo y durante el primer año de vida del bebé, el riesgo del síndrome se incrementa en 4.09 veces. Si ambos padres fuman, el riesgo se incrementa en 2.41 veces más.
• Usar en la cuna sábanas bien ajustadas. Quitar las almohadas y cojines gordos o colchas gruesas.
• No dejar juguetes en la cuna.
• No sobrecalentar al bebé, nunca lo tapes hasta el cuello, para evitar que las mantas cubran su cara.
• Amamantarle por lo menos durante los primeros 6 meses de vida.
• Realizar controles periódicos con el pediatra.

viernes, 25 de abril de 2014

¿Qué pasa cuando un bebé duerme?

Fases de sueño por las que pasa un bebé.

Al dormir, todos atravesamos diferentes fases de sueño, pero las fases de sueño de un bebé no son las mismas que las de un adulto. Es muy interesante que los padres conozcan cómo funciona el sueño en los bebés para que comprendan su patrón de sueño, el porqué de los despertares nocturnos y por qué es desacertado el entrenamiento del sueño.

Un adulto pasa por 5 fases de sueño, 4 subfases de sueño No REM (movimiento ocular no rápido) divididas en sueño ligero y sueño profundo, y una fase REM (movimiento ocular rápido), un tipo de sueño muy ligero.
El patrón de sueño de un bebé recién nacido sólo tiene dos de las cinco fases. Ellas son: sueño profundo y fase REM.
Esto se da porque un recién nacido necesita despertarse varias veces en la noche para alimentarse. Si tuviera cinco fases necesitaría mucho más tiempo para dormir, y no podría alimentarse tantas veces como tiene que hacerlo. De ahí que su sueño se mantenga más tiempo en la fase REM, menos profundo y más receptivo a los cambios del entorno. Y seguidamente pasa a la fase de sueño profundo (no REM) del que pueden salir fácilmente despertándose. Y así toda la noche alternan ambas fases.
Es absolutamente natural y normal que un bebé se despierte por la noche, pues lo hace para que “alguien”, por lo general su madre, satisfaga sus necesidades como comer. Al igual que resulta normal que los bebés se despiertan llorando, ya que intentan llamar la atención de la madre para poder obtener dicha necesidad.

De modo que resulta muy importante que se comprenda esto para entender por qué no es sano intentar modificar el patrón de sueño de los niños. También se entiende por qué quienes defienden el colecho (dormir con el bebé) sostienen que es más natural que cualquier otra forma de hacer dormir al bebé. Ya que en cuanto se despierte con hambre tendrá cerca a su madre para alimentarse (hay veces que el bebé mama y ni él ni la madre se enteran) y  además se despierta menos por la noche, pues al tenerla cerca no siente la necesidad de llorar para buscar su calor.

Volviendo a las fases de sueño, es alrededor de los seis meses cuando el bebé adquiere el resto de las fases. Pero ello puede llevar su tiempo, pues el bebé debe aprender a “usarlas”. Primero, comienza con un período de adaptación, en el que el niño va practicando “cómo dormir”. Habrá noches que se despierte muchas veces, otras menos y tal vez alguna, alrededor del medio año, hasta que por fin pueda dormir de un tirón.

Alrededor del año es cuando el niño comienza a tener microdespertares (pequeños lapsos de despertar que son una respuesta innata del ser humano a estar en constante alerta). Si a los microdespertares le sumamos los miedos nocturnos, las pesadillas y demás hitos nocturnos que suceden en la infancia, darán lugar a que alrededor de tres o cuatro años los constantes despertares por la noche son absolutamente normales.


domingo, 20 de abril de 2014

Horas de sueño recomendadas.

Horas de sueño diurno y nocturno, recomendadas.

Edad
Vigila
Sueño
3-6 meses
8 horas
16 horas
12-18 meses
10:30 horas
13:30 horas
2- 3 años
11 horas
13 horas

De uno hasta los tres años: En esta etapa los bebés suelen echar siestas cortas, de una o dos horas, por lo que aumentará su sueño durante la noche, en una media de 10 a 13 horas. Se debe mantener una rutina de actividades antes del sueño: el baño, la cena, el cuento, la música (relajante) y a dormir. Es un ritual que ayudará mucho a que los pequeños entiendan que el acto de dormir es una actividad y una necesidad más. A los dos años, el niño ya podrá elegir el pijama que quiere usar, el peluche o el juguete con el que quiere dormir y el cuento que quiere que le cuente. Eso le hará partícipe de la rutina.

De los tres a los seis años: A los 3 años, los niños suelen dormir una siesta de una hora, y por la noche necesitan de 10 a 12 horas de sueño para sentirse descansados. A partir de los cuatro años, muchos ya dejan de dormir la siesta. Depende del carácter y de las necesidades de cada niño.

Tabla con las horas de sueño diurno y nocturno de 0 a 6 años.

Edad
Sueño nocturno
Sueño diurno
0-2 meses
8 horas
8 horas
3-9 meses
11 horas
7 horas
9-12 meses
10 horas
3 horas
0-1 año
11 horas
2 horas
1-3 años
10 horas
2 horas
3-4 años
8-12 horas
1 horas
4-6 años
8-11 horas
0 horas





Realizado por: 
Beatriz Pérez García
Ariana María Pérez Henríquez
Karen González Navarro

viernes, 11 de abril de 2014

HIGIENE INFANTIL

Es importante tener en cuenta que debemos inculcar a nuestros alumnos las normas de aseo personal para mantener una correcta y saludable higiene corporal, esto implica que desde el hogar se deben manejar y difundir dichas normas para que luego en la escuela sean reforzadas de manera permanente. Aprender sobre esto, además, se puede hacer de manera dinámica y divertida mediante actividades como la que veremos a continuación:

Actividad:

Dirigida a niños desde 3 hasta 6 años de edad.

Leeremos un cuento sobre un personaje que tiene malos hábitos de higiene personal. A medida que avancemos la lectura, los niños descubrirán que debido a esto, el personaje tiene un terrible dolor de dientes. Explicaremos que esto es culpa de las caries, que son unos huequitos que se hacen en los dientes cuando no se lavan bien. De esta forma ellos querrán mantener sanos sus propios dientes y mantenerlos limpios para que esto no les ocurra.

Escogeremos un libro interesante que explique de manera clara y sencilla la higiene personal a niños pequeños. Lo leeremos con voz animada e iremos realizando preguntas conforme vayamos leyendo. Esto ayudará a la comprensión lectora de los pequeños, para que no pierdan el hilo del libro y entiendan todo lo que ocurre en el.
Realizar fichas de este tipo también puede ser una buena actividad:





domingo, 6 de abril de 2014

Requisitos mínimos y espacio de las escuelas infantiles.


Normativa vigente en Canarias en relación con los requisitos mínimos y el espacio de las escuelas infantiles.

ORDEN de 3 de febrero de 2009, por la que se establece la adecuación de los requisitos para la creación o autorización de centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, así como la determinación del régimen transitorio regulados en el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre.
De fecha: 03/02/2009.
La presente Orden tiene por objeto desarrollar el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre, por el que se establecen los contenidos educativos y los requisitos de los centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canarias, en relación a las condiciones para la creación o autorización de determinados centros educativos, así como en lo que respecta a la concreción del régimen transitorio establecido en este Decreto.
La finalidad de la presente Orden consiste en garantizar la adecuada atención de los niños y las niñas de edades correspondientes al primer ciclo de educación infantil con la existencia de determinados condicionantes de carácter objetivo que obligan, justificadamente, a adaptar determinados requisitos y condiciones fijados en el citado Decreto, y regular la conversión de las guarderías autorizadas o en trámite de autorización por parte de la consejería competente en materia de sanidad en escuelas infantiles o centros privados de educación infantil.
<<Artículo 4.- Condiciones excepcionales.
1. Podrán crearse o autorizarse, respectivamente, escuelas infantiles o centros privados de educación infantil en una zona urbana consolidada, ubicados en entornos laborales o directamente en empresas, o en entornos rurales, siempre que cumplan con los requisitos previstos en el Decreto 201/2008, de 30 de septiembre, o en caso contrario, con las siguientes condiciones:
a) Estarán exceptuados del requisito de tener un número mínimo de tres unidades previsto en el artículo 11.1 del citado Decreto, pero se crearán o autorizarán fijando el número de unidades, los tramos de edad de los niños y las niñas escolarizados, así como el número concreto de puestos escolares. No obstante, se respetarán las ratios establecidas en el citado Decreto, aunque podrá agruparse alumnado de distintas edades, en cuyo caso el número máximo de niños y niñas por unidad será el siguiente:
- Unidades mixtas integradas por niños de 0 y 1 año: 9.
- Unidades mixtas integradas por niños de 1 y 2 años: 14.
- Unidades mixtas integradas por niños de 2 y 3 años: 16.
- Unidades mixtas integradas por niños de todas las edades: 10.
b) Deberán cumplir con los requisitos generales de espacios e instalaciones establecidos en el artículo 11 del Decreto 201/2008, de 30 de septiembre. No obstante, de no poder cumplirse con los citados requisitos del Decreto, deberán cumplir con las siguientes especificaciones:
- Un aula por cada unidad con una superficie de, al menos, dos metros cuadrados por alumno y 25 metros cuadrados como mínimo, teniendo en cuenta que esta superficie mínima deberá ser mayor en el caso de grupos de más de 12 niños. En caso contrario, se autorizarán menos puestos escolares.
- Patio de recreo con dos metros cuadrados por alumno y no inferior a 50 metros cuadrados.
- Cuando el centro tenga dos plantas, las que sean utilizadas por los niños deberán contar con acceso directo al patio, y la planta que no tenga acceso al patio contará con un espacio al aire libre con una superficie mínima de dos metros cuadrados por niño y con un mínimo 30 metros cuadrados.
- Un área de usos múltiples de 20 metros cuadrados por cada tres unidades o fracción superior.
- Excepcionalmente, alguno de los aseos podrá no ser accesible ni visible desde el aula, siempre que se garantice la adecuada atención de todo el alumnado.
- Un espacio diferenciado para tareas administrativas y de coordinación docente con un mínimo 10 metros cuadrados.
c) El número mínimo de profesionales de atención educativa directa, incluyendo al maestro o maestra especialista en educación infantil, podrá coincidir con el número de unidades autorizadas, sólo en aquellos centros que apliquen ratios inferiores a las establecidas, y previa autorización de la Administración educativa. En todo caso, cuando el centro cuente con una sola unidad, habrá dos profesionales, siendo uno de ellos como mínimo maestro o maestra especialista en educación infantil.
2. Sólo en entornos rurales y en circunstancias excepcionales se podrán agrupar, previo informe de la Inspección Educativa, unidades ubicadas en edificios o localidades diferentes, a efectos exclusivamente administrativos y para organizar una Dirección común. Con la misma finalidad se podrán adscribir unidades de educación infantil a escuelas infantiles completas o colegios.>>