LA EPILEPSIA
¿QUÉ ES?
Para comprender que es la epilepsia exactamente, debemos explicar como funciona en el cerebro. Éste está formado por células llamadas neuronas, conectadas entre sí y que se comunican mediante pequeños impulsos eléctricos. Cuando se produce una descarga eléctrica fuera de control, el resultado es una crisis epiléptica o ataque. Y ahora explicaremos qué se entiende por ésta. La epilepsia se define como una enfermedad nerviosa marcada por ataques convulsivos. De acuerdo con la Fundación de la Epilepsia, se estima que 2.7 millones de personas, incluidos 326.000 niños en edad escolar menores de 14 años, padecen esta enfermedad. Ya que la mayoría de los niños con esta enfermedad pueden aprender tan bien como otros estudiante, reciben educación en un salón de clases regular. Los maestros y el personal de la escuela necesitan conocer las necesidades especiales de los niños con epilepsia y responder de manera correcta. La escuela y los padres deben tener una buena comunicación todo el tiempo.
¿CUÁNTOS TIPOS DE EPILEPSIA HAY?
Básicamente, hay dos grandes tipos: las que cursan con crisis focales o parciales y las que provocan crisis generalizadas. Dentro de cada grupo, se dividen a su vez en idiopáticas (sin causa conocida) y criptogenéticas o sintomáticas (de origen orgánico sospechado o confirmado).
La mayoría de las epilepsias son idiopáticas, sobre todo en la infancia. La edad de comienzo, la descripción de las crisis, el desarrollo psicomotor del niño y la exploración neurológica, así como los resultados del electroencefalograma y otras pruebas complementarias, son los datos que utiliza el médico para orientar el diagnóstico.
CAUSAS
La epilepsia puede deberse a distintas causas, como por ejemplo:
- Causas hereditarias, donde son epilepsias genéticamente determinadas.
- Causas congénitas, de los que pueden ser tumores cerebrales, lesiones intrauterinas, malformaciones vasculares, síndromes neurocutáneos (neurofibromatosis, Sturge-Weber, esclerosis tuberosa). Por otra parte, anomalías cromosómicas (síndrome de Down,síndrome de Angelman), trastornos congénitos del metabolismo (aminoacidurias, leucodistrofias), miopatías congénitas y epilepsias mioclónicas.
Causas adquiridas, de las cuales son, traumatismos, lesiones postquirúrgicas, lesiones postinfecciosas (secuela de meningitis bacteriana o encefalitis viral), infarto y hemorragia cerebral, tumores (astrocitomas, meningiomas, oligodendrogliomas), esclerosis del hipocampo (del lóbulo temporal), tóxicos (alcohol y otras drogas), enfermedades degenerativas (demencias y otras), enfermedades metabólicas adquiridas.
PREVENCIÓN
La epilepsia no se puede prevenir. En caso de epilepsia, el tratamiento por medicamento puede prevenir otras crisis.
Cuando una persona con epilepsia tiene una crisis epiléptica aguda, actuando adecuadamente con medidas inmediatas se puede evitar que el paciente se lesione. Para ayudar a un epiléptico durante una crisis, las medidas adecuadas son las siguientes:
- Intente mantener la calma. Una crisis epiléptica no dura mucho normalmente (independientemente de su tipo: tanto si son ausencias, crisis convulsivas o el clásico ataque espasmódico).
- Si es posible, mire el reloj y calcule la duración de la crisis. Si el ataque dura más de 5-10 minutos, llame al médico. También es aconsejable la asistencia médica cuando la cara se pone morada, los espasmos solo ceden temporalmente o el estado de confusión dura más de 30 minutos.
- Mantenga fuera de alcance todos los objetos con los que podría lesionarse el afectado.
- No intente sujetar al paciente. Podría lesionarse cualquiera de los implicados.
- Si es posible, afloje la ropa.
- No intente colocar algo entre los dientes del paciente para evitar que se muerda la lengua o la mejilla. El riesgo de lesionarle o de que el paciente le muerda es demasiado alto.
- Aparte a los observadores.
- No intente insuflar aire al afectado, no es necesario.
- Espere hasta que el afectado recupere la conciencia y pregúntele si necesita ayuda o si quiere que le acompañen a casa.
CUIDADOS
Para cuidar la epilepsia, hemos recogido una serie de consejos que le pueden servir de ayuda si se encuentra en esta situación. Las medidas generales son por ejemplo, evite los factores desencadenantes, procure llevar un calendario de crisis y una lista de los medicamentos con las dosis prescritas,acuda de forma periódica a su médico para controles hemáticos y niveles plasmáticos de medicación, no abandone jamás por su cuenta el tratamiento antiepiléptico, antes de modificar el tratamiento, consulte a su especialista. Por otro lado, ante cualquier otra enfermedad, comunique al médico el tratamiento que está tomando.Haga deportes, pero nunca bruscos o de riesgo (submarinismo, alpinismo ...).Es mejor hacer deportes colectivos y que no llegue al agotamiento.
ACTIVIDADES
A la hora de tratar con niños epilépticos en clase, debemos tener en cuenta una serie de aspectos que nos pueden servir de ayuda:
La mayoría de los alumnos que padecen epilepsia tienen problemas de aprendizaje y requieren de técnicas diferentes. Como maestras, debemos usar la enseñanza repetitiva, directa. Rutinas previsibles y un lenguaje claro y conciso. Además de tener al niño siempre en observación.
Otro aspecto a tener en cuenta es la conducta del alumno, ya que ésta puede estar influenciada por la enfermedad que el niño padece. Además de las dificultades para aprender debidas a las convulsiones (frecuentes o prolongadas), los efectos secundarios de la medicación pueden causar problemas severos en la conducta. La baja autoestima también puede causar comportamientos negativos. Debido a esto, a menudo los niños con epilepsia tienen dificultades para hacer amigos o simplemente relacionarse y terminan aislandose del grupo. Es por eso que las maestras debemos tomar un rol proactivo, es decir, ayudar al niño a que interactúe con sus compañeros. Sin embargo, debemos tener cuidado de no sobreprotegerlo, solo es cuestión de mantenerlo alejado del peligro. Lo que nos lleva a otro aspecto muy importante: La seguridad. Un niño epiléptico requiere seguridad extra. Es prioritario que esté sentado en un lugar amplio, adaptado, con suficiente espacio en caso de una convulsión. Debemos contar con superficies y esquinas acolchadas para que el niño no se haga daño por las caídas.
En caso de convulsión, debe realizarse un procedimiento de emergencia y todos los compañeros de clase deben recibir explicaciones sobre lo que le ocurre al estudiante. Intentaremos minimizar el estrés y mantener a todos los alumnos en calma.
En conclusión, los estudiantes epilépticos pueden realizar cualquier actividad, siempre y cuando tengamos en cuenta todo lo anteriormente mencionado. Aunque debemos aclarar que no se recomienda realizar actividades de riesgo, o ejercicio físico sin compañía, para evitar un accidente severo en caso de crisis. Además debemos de evitar todas aquellas causas que desencadenan los ataques de epilepsia cómo el abuso de objetos electrónicos o que el niño se sienta nervioso o frustrado.
Ejemplo:
Eligiendo el tema de los animales, podemos hacer diversas actividades en las que puedan participar estos alumnos con el resto de sus compañeros, como:
1. Dibujar animales
2. Hacer caretas de los animales que ellos elijan
3. El juego de imitar a los animales y que el resto de compañeros adivinen de qué animal se trata.
- Respecto a la hora de hacer vida en la escuela:
Para alcanzar la integración social y contribuir al desarrollo armónico de la personalidad del niño o niña, un factor decisivo es la escolarización regular en las condiciones de mayor normalización posible. La posibilidad de lograrlo depende de la importancia de las alteraciones en el electroencefalograma, de la efectividad de los fármacos y del grado de control de las crisis. Otros factores como enfermedades neurológicas asociadas o desajustes de la personalidad pueden condicionar la escolaridad.
Las dos terceras partes de los niños/as con epilepsia pueden seguir una escolarización normal. De ellos, un 85% no requieren intervenciones específicas (niños con inteligencia normal, con pocas o ninguna crisis, sin deterioro cognitivo, sin trastornos de adaptación o conducta). El resto necesitaría algún refuerzo pedagógico o psicoterapia. Se trata de niños con algún problema añadido pero con inteligencia normal, baja frecuencia de crisis, algún déficit neurocognitivo, trastornos de aprendizaje, y/o ligeras dificultades afectivo-comportamentales.
El otro tercio de los escolares con epilepsia, que padecen crisis no controladas y
asociadas a alteraciones de conducta, discapacidad intelectual, trastornos motores
En conclusión, a la hora de realizar una actividad en clase, el niño con epilepsia se puede integrar de igual modo que el resto de la clase, pero si es conveniente que el profesor esté protegiéndolo. He de aclarar, que no es bueno una sobreprotección, pero si que se sienta seguro e integrado con sus amigos, para que se de cuenta que aunque tenga una enfermedad, no le impedirá participar y jugar como todos los niños de la clase.
OBJETIVOS
Los objetivos son muy generales, ya que los alumnos con epilepsia pueden realizar cualquier actividad, de cualquier tema, de manera que podemos nombrar los siguientes objetivos:
1. Participan con el resto de compañeros en las actividades que se proponen.
2. Relación social con los demás alumnos
3. Mejorar la calidad de vida de los alumnos con epilepsia, como su entorno.
4. Conocen el propio cuerpo y el de otros, y aprender a respetar las diferencias
5. Observan y exploran su entorno y familia.
6. Desarrollar sus capacidades afectivas y motrices
7. Adaptarse a las normas y costumbres que se imponen en el colegio
EVALUACIÓN
Las actividades las evaluaremos como en otros casos, pues pueden realizarlas como el resto de los compañeros:
1. Se comunican con los compañeros
2. Entienden y realizan bien las actividades
3. Muestran autonomía
4. Saben utilizar los materiales
4. Saben utilizar los materiales
Hemos escogido este tema porque queríamos indagar más acerca de la enfermedad. Una crisis epiléptica suele ser algo muy complejo y problemático, y como futuras maestras que somos nos parece necesario tener conocimiento de cómo debemos actuar en casos así. Además, como mencionamos al principio, de acuerdo con la Fundación de la Epilepsia, se estima que 2.7 millones de personas, incluidos 326.000 niños en edad escolar menores de 14 años, padecen epilepsia. Estos niños, estudian en salones de clases regulares... por lo tanto, en un futuro, puede que necesitemos desenvolvernos de manera adecuada ante una situación así. Lo que supone no sólo conocer la enfermedad del alumno, sino también saber qué hacer y, sobre todo, qué no hacer.
Preguntas frecuentes
- ¿Cómo informar a la clase de la epilepsia del compañero?
No existe una regla general en cuanto a cómo hacerlo. Lo que importa es la edad y los conocimientos de la clase. Aportar información no discriminatoria, facilitar la comprensión, podría ser útil prever una lección sobre la epilepsia y cómo actuar en caso de crisis por ejemplo en clase de biología antes de que ésta suceda. Hacer simulaciones de crisis entre los alumnos intentando tomarlo con sentido del humor, ver vídeos, y a ser posible antes de que surja una crisis en clase.
- ¿Cómo hablar de la enfermedad en niños con epilepsia?
El profesor debe abordar la cuestión francamente, sin rodeos, teniendo en cuenta la edad del niño. Es importante comprender cómo el niño vive su crisis, lo que sabe de su epilepsia y cómo se siente. Intente hacerle ver que no es una enfermedad avergonzante, que ese chico es capaz de todo como cualquier otro, evitar los mitos y prejuicios. En función de la edad, el desarrollo y la aceptación de la enfermedad, el profesor hará hincapié en cuestiones prácticas o emocionales.
- ¿En la clase, se deben tomar medidas especiales con un niño con epilepsia?
Rara vez y en caso afirmativo, las medidas se adoptarán individualmente. Tan solo intentar que se integre, si tiene una crisis explicar qué sucede e intentar transmitir seguridad al resto de los compañeros. Intentar transmitir normalidad, no hacer un drama si un compañero tiene epilepsia pero la tiene controlada.
- ¿Un niño con epilepsia debe tener vigilancia constantemente?
No. Esto no hace más que crearle inseguridad y que le vigiles constantemente no evita que ese crío tenga crisis.
Datos para conocerla aún mejor.